El calor es uno de los grandes protagonistas del verano y las personas mayores son uno de los colectivos que más la sufren. Es por ello que los expertos siempre dan una serie de consejos para sobrellevar las altas temperaturas de la mejor manera posible.
Profesionales de la salud han indicado que «las personas mayores de 65 años, en especial si padecen problemas cognitivos, sobrepeso, enfermedades crónicas, dependencia física que dificulte el cambio de vestimenta y la adaptación al entorno, o toman fármacos que lo favorezcan, tienen más riesgo de presentar deshidratación secundaria al calor».
10 medidas para cuidar a las personas mayores en verano
A continuación vamos a ofrecer 10 medidas para cuidar de las personas mayores en verano.
Hidratación abundante y adecuada
Los expertos aseguran que beber abundante agua durante todo el día, incluso si no se tiene sed. Y es que el agua es el líquido más recomendado para mantenerse hidratado.
Con respecto a otras bebidas, se desaconsejan por completo las bebidas con cafeína y alcohol, pues pueden provocar deshidratación.
Usar protección
Protegerse del sol es algo muy importante a tener en cuenta. Para ello, los expertos recomiendan usar siempre protector solar con un SPF alto -mínimo SPF 30-, con una aplicación del mismo cada dos horas o después de sudar o mojarse.
Ropa ligera, holgada y clara
Aunque muchos se creen que es un mito, la vestimenta juega un papel fundamental. En este caso, se opta por ropa con tejidos ligeros y naturales, como puede ser el algodón.
Las recomendaciones pasan por usar ropa de corte holgado, manga larga y de colores claros, que reflejen mejor la luz solar. El uso de complementos que nos protejan del sol también es recomendable, como son las gafas de sol y los sombreros.
Alimentación ligera y fresca
Si hablamos de la alimentación, se recomienda realizar varias comidas al día y que estas sean ligeras y frescas. Los profesionales señalan que estas se deben de centrar en ensaladas, frutas y verduras. Junto con ello, hay que evitar consumir esos platos pesados y calientes, ya que pueden aumentar la sensación de calor.
Cautela a la hora de realizar ejercicio
Se recomienda mantenerse activo durante la época estival, pero siempre realizando ejercicio con moderación y preferiblemente que sea en interior y durante las horas más frescas del día, sea al amanecer o al anochecer.
Junto con ello, durante las olas de calor mejor eludir la realización de ejercicios extenuantes.
Cuidemos la piel
Si antes hemos hablado de la importancia de usar la protección solar, la piel debe de estar siempre muy cuidada. Es decir, es clave tener la piel hidratada, por lo que se recomienda el uso de cremas y lociones hidratantes a diario.
Por ello, conviene estar alerta a cualquier cambio que se produzca en la piel, como manchas o quemaduras.
Adaptar los horarios de actividad
Como hemos dicho, hay que hacer ejercicio y mantenerse activo, pero debemos evitar salir durante las horas de mayor calor, que suele ser el intervalo que va desde las 12:00 hasta las 17:00 horas.
Por ello, se recomienda que cuando se vaya a realizar actividades al aire libre, se elija la primera hora temprana de la mañana o el anochecer.
Resguardarse en lugares frescos y acondicionados
Ya hemos indicado cuales son las horas en las que hace mayor calor. Pues los expertos recomiendan en esos tramos de horas centrales permanecer en lugares frescos y con aire acondicionado.
Por la noche, habrá que aprovechar para refrescar la casa mediante el uso de ventiladores y manteniendo abiertas las ventanas el mayor tiempo posible.
Mantenerse conectado y acompañado
En el periodo estival la soledad se debe de evitar. Se debe de mantener el contacto regular con familiares, amigos y vecinos, especialmente para aquellas personas que viven solas, ya que así pueden asegurarse de que están bien.
Seguimiento médico
El seguimiento médico es muy importante en esta época, sobre todo en las personas mayores. Por ello, se deben de seguir una serie de recomendaciones y habrá que prestar especial atención al estado general de las personas mayores.
Además, se debe de estar alerta ante la aparición de cualquier signo de deshidratación o golpe de calor, manifestados en síntomas como mareos, debilidad, confusión o náuseas.
Ante cualquier riesgo, no duda en ponerse en contacto con su médico de cabecera.